No se trata sólo de hacer ejercicio. El ejercicio forma sólo una pequeña parte de la ecuación principal. La mayoría de nosotras entra al gym esperando ver resultados de la noche a la mañana, pero no es así como funciona. De hecho, a veces usamos el hecho de que hacemos ejercicio como pretexto para comer más y peor. No importa que hagas todo el ejercicio del mundo. Si no cuidas tu dieta, jamás verás resultados. Es mucho más sencillo almacenar calorías que quemarlas, así que no te confíes.
No confíes en la báscula. Uno de los principales obstáculos al intentar perder peso es la motivación. Nada te hará sentir peor que trabajar duro y no ver resultados. Pero los cambios están sucediendo, el problema es que te estás enfocando demasiado en verlos. Las básculas son engañosas, ya que tal vez un día peses un poquito más que el anterior y al siguiente te mantengas igual. Si quieres tomar tu salud en serio, debes dejar de confiar tanto en la báscula. De hecho, si estás haciendo ejercicio, además de pesarte deberías medirte. Tal vez la báscula siga igual, pero la cinta métrica no miente.
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